sábado, 8 de noviembre de 2008

Corriente Ambigua

Soy pequeño de nuevo y hablo despacio

Me escondo tras sucias piezas de teclado

Manoseadas mil veces, mil veces emancipadas y amadas por amantes

Enemigos y sus amigos.

La vida nunca me supo a un suspiro

Y quizás no se me acabaron, abarcaron, encajaron,

Desterraron

Soterraron

Mis ojos, mis flores,

mis libros robados de la biblioteca nacional,

que salí a quemar frente a la plaza de la antorcha de la libertad

Me robé yo mismo las cartas y la alegría, sí, todas las que piensas.

Me gustaría poder dedicarle una línea a alguien

Pero quien sabe, después de todo, quizá amainen

Y mientras no me dejo escribir la palabra llorar

Sigo pensando en aquellos hombres cuyo simple

Placer es estar condenados por siempre a arar

Ese mar padre y asesinar hermanos sin temple

Un viejo quizás lo supo, sin pensar entonces indujo
A un pobre chiquillo descalzo cual pez sin su flujo.

1 comentario:

d i e b r i e f b o m b e dijo...

condena que sólo es placer cuando no se es quien la produce.
no dejes de escribir no dejes.