domingo, 4 de mayo de 2008

Alternativas

Hoy es domingo y una luz por fuera del vidrio empañado de mi ventana, de repente, me trae devuelta al frío, a las vocales y consonantes afónicas, a la oscuridad, a la soledad; a la vida.

Así, que sea domingo o lunes, o este en Japón o Groenlandia, al final, da lo mismo, y si sigo viendo en el espejo lo que no soy y me sigo preguntando si una palabra de más es, en el fondo, lo mismo que un gesto no hecho en mi recuerdo, da lo mismo también, por que, ¿qué es lo que hace un domingo perturbando a una luz? ¿o una tele a la ropa tirada en el piso?

Mmmm, y me sigo abriendo ante unas púpilas que ya no existen más que en una memoria a corto plazo que se va borrando cada 3 o 2 días. En este punto, sí al que lee le parece difuso lo que escribo, ¿qué mejor que ver el cielo? o seguir contando las estrellas, como grados de alcohol tiene la botella que tengo en las manos o el vaso en el estante o tu mano en el agua difuminándose.

Todo eso y nada al final, si después de todo estoy viendo un reclame de la mina en bikini prostituyéndose por una bebida alcohólica que no sobrepasa los 10 grados de alcohol y veo las fotos de Irak y una Hillary Clinton sin depilar habla de cosas que nunca pensó y ¿quién seré yo para juzgarlos?, si sigo viendo las líneas del papel tapíz del techo, y como se me van corriendo y compiten entre ellas y se desvían y siguen paralelas y van casi tocándose hasta la corta eternidad de mi pieza, que es de 1x1 o de 5x5, y ya no pienso ni en las Copebas ni en Madona, porque mis sentimientos y pensamientos sigen siendo tan asintóticos con mis palabras, como las rayas de la pared, o también del techo, a las franjas de metal de mi lámpara, que se van enrollándo y enrollándo entre sí mismas hasta que llegan a ser nada más que un segundo, en que hay silencio, y Carlos Pinto no habla, y el tipo ya no violó a su hija, y Bachelet ya no comunica con boca ajena, y el Tibet sigue siendo prisionero, y un femicidio se convierte en una oda a un lirio y todo termina en un paisaje ártico, o por lo menos que entregue bastante (o suficiente) frío al espectador, y mientras las focas se mueren, le ponemos un fondo oscuro, tipo azul marino por el lado y maquíllate un poco más y toma estas hojas y date vuelta porque ahora todo Chile te está viendo ahora todo el mundo reclina su asiento poco cómodo para observar por sólo un segundo más lo que todos ellos no quieren ver; a ti sentado imaginándome escribiendo sin puntuaciones.

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