lunes, 26 de mayo de 2008

Eliga entre a, b o c. Estimado fariseo

Voy a intentar escribir con palabras fáciles, para, así, poder entenderme, lograr leerme y ver entre cada sílaba algún sentido mayor que el de la mera significación del significante.

Voy a intentar escribirme en los rectángulos blancos de mi mente para que, como un día cualquiera, colindando un océano cualquiera, un joven pueda empaparse en la calle en un día de eterno sol, un día de inacabable penumbra, un día de insaciable In comunicación con el cemento. Pues empieza a caminar a través del puente que lo llevará, de nuevo, a una agrupación de casitas de madera deformes, a una plaza llena de árboles desarraigados y puestos en la tierra de nuevo con sus copas enterradas, soterradas en lo más profundo de la tierra, en lo más profundo de nuestras mentes vacías. Ahora el enraizado se produce en nuestras cabezas, el crecimiento desmedido se da de manera inversamente proporcional a nuestra incapacidad verbal; estamos vivos en cuanto caminamos.

Voy a intentar dejar de ver matas de pelo sobre el horizonte poco claro de mi vista, caminando, pastoreando, serpenteando de un lado a otro mientras bajan la pradera, como mar; como el mar.

Voy a intentar acercar la lengua al paladar una vez más. "psssss". "guau". Él me responderá y yo seré feliz, porque, quizá, abre encontrado un zapato sobre el cual navegar de nuevo, sobre el cual hacer funcional, una vez más, el puerto o nuestros destinos. Ese día, nuestras huellas digitales dejarían de estar guardadas, escondidas, en repisas, en cajones. Confiscadas para que nunca más las juntemos, encerradas para que nunca más bailemos, normalizadas para que nunca más la portada de un diario muestre 15 personas (menos 3) haciendo una ronda en el centro de la alameda.

Al final, el F5 del computador no funcionará nunca más para los que no tenemos talento, y que a lo sumo oímos voces, así, la tele se reirá de aquél ludópata y yo, yo me daré cuenta que nunca más abran temas nuevos para estas bocas cercenadas. Pues, al final, no te pude hacer caso Juan,al final, no puede escucharte diciéndome

"que en esta casa miserable
nunca hubo ruta ni señal alguna
y de esta vida al fin, he perdido toda esperanza"

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